Turbulencias a nivel internacional en los mercados de dinero, combustibles y alimentos crean por estos d�as la idea de estar asistiendo a una decadencia global, por lo que la incertidumbre del planeta eleva sus pron�sticos hacia el futuro.
Seg�n el escritor espa�ol Ignacio Ramonet, esto no hab�a ocurrido jam�s; �por vez primera en la historia econ�mica moderna tres crisis de gran amplitud coinciden, confluyen y se combinan�.
Cada una de ellas interact�a sobre las dem�s, agrega el intelectual en un art�culo reciente sobre el tema, donde alerta acerca del agravamiento exponencial del deterioro de los mercados mundiales.
A prop�sito, Juan Luis Rodr�guez, del diario digital espa�ol Rebeli�n, considera que se trata, efectivamente, de una sola cat�strofe materializada en la debacle del poder econ�mico sobre las poblaciones.
Es la que sufren las personas ante los efectos de las inmensas acumulaciones de dinero que circulan desde el sector inmobiliario al energ�tico, pasando por la industria de la alimentaci�n, explic�.
El objetivo es obtener m�s beneficios y engrosar el poder especulativo que esa masa de capital sea capaz de generar, acot� el periodista.
CAUSAS
Las quiebras de prestigiosos bancos en todo el planeta, el estallido de la burbuja financiera, la especulaci�n monetaria y la ca�da del d�lar, son algunas de las causas principales del arruinado sistema monetario internacional.
De igual manera, los conflictos entre pa�ses, la hecatombe en el sector del cr�dito, y el mal manejo de pol�ticas fiscales por parte de los gobiernos, malogran el crecimiento de muchas naciones, tanto en v�as de desarrollo como industrializadas.
Ramonet reconoce p�rdidas en las entidades afectadas de 250 mil millones de euros, mientras que el Fondo Monetario Internacional, a pesar de ser un organismo conservador, estima que para salir del desastre se necesitar�n alrededor de 610 mil millones de euros.
Las mismas razones que desequilibraron el sector del dinero han llevado a un alza de precios sin precedentes en la industria energ�tica, fortalecida con la contracci�n de muchas econom�as ante los desatinos de la crisis financiera.
En julio de este a�o el barril de petr�leo toc� un m�ximo de 147 d�lares, arrastrando hacia arriba a todo el mercado de combustibles.
Sin embargo, el mayor banco de inversiones estadounidense, Goldman Sachs, considera que el 60 por ciento del aumento del valor del petr�leo se debe a la especulaci�n y el 30 por ciento a la ca�da del d�lar.
La crisis de energ�a llev� en la �ltima d�cada a la producci�n de biocombustibles, alternativa que pone al l�mite la disponibilidad de alimentos, encarece los precios b�sicos de ese sector, y marca el destino de millones de personas.
A ello se suma un incremento de la demanda de comestibles en las naciones emergentes o en pa�ses afectados por eventos b�licos o climatol�gicos.
Todos los elementos que conducen al desastre financiero contin�an hacia los mercados b�sicos de materias primas, en este caso los m�s afectados son petr�leo e insumos alimenticios, alertan los expertos.
Asimismo, una elevaci�n del precio del crudo influy� directamente en la producci�n y el importe de estos �ltimos, as� como en la b�squeda de fuentes alternativas para mantener iluminado el planeta.
CONSECUENCIAS
Unas y otras crisis se retroalimentan y dificultan el equilibrio global. Recientemente el banco suizo UBS consider� que Estados Unidos va hacia la recesi�n en el segundo semestre de 2008, mientras la ralentizaci�n en Europa crecer�.
Recalc�, adem�s, que las naciones asi�ticas resisten, pero la extrema desaceleraci�n ser� inevitable para las m�s afectadas por los desequilibrios coyunturales, como la japonesa.
Como dijera Ramonet, este es el saldo deplorable que deja un cuarto de siglo de neoliberalismo: tres venenosas crisis entrelazadas.
Los desajustes son todos graves; sin embargo, el de la alimentaci�n significa vida o muerte. Por alcanzar lo primero resisten casi mil millones de habitantes en el planeta en condiciones de extrema pobreza.
En junio �ltimo la Organizaci�n de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci�n (FAO), convoc� a una reuni�n extraordinaria en Roma para brindar soluciones al hambre que cada vez se impone con mayor fuerza.
Pero la prensa tuvo que concluir entonces con la advertencia de que la comunidad internacional se muestra incapaz de resolver el problema de llenar los est�magos.
Las esperanzas para dar t�rmino a los conflictos del dinero o insumos como el petr�leo son todav�a m�s remotas, lo que impide determinar a d�nde ir�n a desembocar estos eventos que son en realidad la crisis del hombre.
El autor es periodista de Prensa Latina |