En su informe de pol�tica monetaria (IPoM) de septiembre, el Consejo del Banco Central anunci� una intensa pol�tica contractiva con el pretexto de que los altos niveles de inflaci�n ser�an originados en un porcentaje importante por una elevada demanda interna. Con ese fin se decidi� reducirla a trav�s de �una pol�tica monetaria restrictiva� basada en un aumento sostenido de las tasas de inter�s.
�Tenemos contemplado que nuestra Tasa de Pol�tica Monetaria sea mayor a la que se deduce de las distintas expectativas del sector privado vigente a las dos semanas previas al cierre estad�stico del ICOM. En este plano est�n esperando que lleguemos a un nivel entre 8,75% y 9%�, dijo Jos� de Gregorio, Presidente del Banco Central. Por tanto, se llevar�a por encima de estos niveles. Ya en el curso de septiembre se increment� a 8,25% nominal anual, creciendo en cuatro meses en dos puntos porcentuales, aument�ndolo cada vez en medio punto. Los aumentos se empezaron a aplicar desde el 11 de junio, luego de permanecer inmodificada en 6,25% durante seis meses.
Dada la determinaci�n de seguir subiendo la TPM, al tiempo que se espera un ligero curso descendente de la inflaci�n, los intereses pasar�an despu�s de un largo per�odo a ser positivos. Al mismo tiempo, los agregados monetarios M1 y M2 comenzaron desde julio a disminuir porcentualmente en doce meses. El M1 mide la cantidad de dinero en condiciones de ser utilizada inmediatamente y el M2 incorpora adem�s los dep�sitos a plazo. As�, la pol�tica monetaria contractiva se materializa simult�neamente por dos v�as: cantidad de dinero y tasa de inter�s. La disminuci�n de los agregados monetarios se produce a pesar de la creaci�n de dinero generada al comprar divisas.
Teniendo en cuenta que la pol�tica de disminuci�n de liquidez se encuentra ya en marcha; que se produjo un descenso en la cotizaci�n de los commodities en los mercados internacionales, y existe un proceso de desaceleraci�n econ�mica global, resulta a�n m�s contradictorio decidir continuar aumentando la TPM, como lo anunci� el Banco Central. Ello se hizo a�n m�s evidente al desplomarse el banco de inversiones norteamericano Lehman Brothers y agudizarse la crisis financiera global. �Puede seguirse aumentando las tasas en un contexto mundial en que predominan los factores de recesi�n repercutiendo negativamente sobre los niveles de actividad en el pa�s?
Necesariamente el financiamiento en el exterior se encarecer� o la obtenci�n de recursos se dificultar�, al tiempo que se expresar�n crecientemente las repercusiones negativas de una crisis financiera gigantesca.
En el mundo se ven en estos d�as conductas claramente diferentes. La Reserva Federal y el Departamento del Tesoro norteamericano hacen esfuerzos desesperados, actuando eso s� con un gran retraso, para intentar amortig�ar los efectos de la crisis financiera y su repercusi�n en la econom�a real. En la sesi�n del 16 de septiembre del Comit� Federal de Mercados Abiertos de la Reserva Federal se decidi� mantener la tasa de inter�s de referencia en 2%, considerando que �tanto los riesgos a la baja en el crecimiento como los riesgos al alza de la inflaci�n son preocupaciones significativas para el Comit�. En Chile, se considera �nicamente el objetivo antiinflacionario.
Agudizada la crisis, los mayores bancos centrales (EE.UU., eurozona, Inglaterra, Jap�n, Australia y Suiza) inyectaron liquidez o dieron facilidades para obtener financiamiento.
En los dos primeros d�as despu�s de la quiebra de Lehman Brothers inyectaron US$210.000 millones, para intentar superar la crisis de liquidez producida. Por su parte, el Banco Popular de China inmediatamente de producida la quiebra del banco de inversiones, considerando los efectos que tendr�a sobre la actividad econ�mica internacional, procedi� a efectuar la primera disminuci�n de su tasas de inter�s en seis a�os y disminuy� los requisitos de reserva para los bancos, buscando estimular la econom�a interna.
En cambio, el Banco Central de Chile propicia la reducci�n de los niveles de actividad econ�mica. La pol�tica contractiva conducir� a una reducci�n en los niveles de actividad econ�mica que constituye el costo que se debe pagar para lograr la estabilidad de precios, que se proyecta alcanzar durante el a�o 2010, seg�n de Gregorio.
Esta pol�tica conllevar�, de acuerdo a las proyecciones para 2008 y 2009 entregadas por el informe, una fuerte desaceleraci�n de la demanda interna, que se reducir� de un porcentaje de variaci�n de 9,1% en el presente a�o a 3,9% en 2009, con una reducci�n especialmente fuerte en la inversi�n productiva. El IPoM estima que la expansi�n de la formaci�n bruta de capital fijo descender� de 19,3% en 2008 a s�lo 2,9% en 2009 y el consumo total de 5,6% a 4,3%.
�Podr�amos estar entrando en una recesi�n mundial �ha se�alado el economista argentino de la Universidad de Columbia Guillermo Calvo-, que es un problema mayor, y es momento de preocuparse de cuestiones reales. Entonces, ojo, no empeoremos la situaci�n subiendo las tasas, aun cuando haya un poco m�s de inflaci�n. En este momento el gasto en Chile podr�a ser excesivo y la inflaci�n tambi�n, pero lo que se debe hacer es mirar hacia delante, no hacia atr�s. Por eso �concluy�-, no nos apresuremos, porque en un mes podr�amos estar viviendo en un mundo totalmente diferente, donde la inflaci�n pasa completamente a segundo plano, y nos empecemos a preocupar del mayor desempleo, del aumento de los niveles de pobreza; creo que hay que estar preparados para esa lucha antes que nada�.
El crecimiento de la demanda interna, como ha dejado reiteradamente constancia el Banco Central, se produce �particularmente en su componente importado�, lo cual es consecuencia en gran medida de la persistencia de un peso chileno revaluado, si se compara con los niveles alcanzados un a�o atr�s. En su informe De Gregorio constat� que el tipo de cambio nominal no es muy distinto del que hab�a hace un a�o, por lo que �su efecto en doce meses en la inflaci�n importada en pesos, no es relevante�.
El Banco Central efectu� sus proyecciones considerando que paralelamente habr� una pol�tica fiscal contractiva, actuando en la misma direcci�n. Por ello estim� una expansi�n del gasto p�blico �menor a los �ltimos anuncios del Ministro de Hacienda (6,8% real) dentro del rango del super�vit fiscal�. Al mismo tiempo, el IPoM propicia una reducci�n en el reajuste real de las remuneraciones: �Contribuir� a esta din�mica que los incrementos salariales futuros sean moderados, sin reflejar en su totalidad el aumento de la inflaci�n pasada, sino m�s bien considerando como fundamental que el IPC retornar� a la meta en un plazo acotado de tiempo�.
En otras palabras, los trabajadores deber�an aceptar que no se les devuelva lo perdido en sus remuneraciones por efecto de la inflaci�n, mientras se logra que �sta alcance su objetivo de 3% anual. En particular el Consejo del Banco Central efect�a una presi�n directa en relaci�n al proceso de fijaci�n de las remuneraciones del sector p�blico.
Los elevados niveles de inflaci�n conducen a que desde mayo el �ndice general de remuneraciones por hora en doce meses se encuentra por debajo del incremento del IPC anualizado, luego de aumentar marginalmente en los primeros meses de 2008. La contracci�n es mucho m�s acentuada en el �ndice de costo de la mano de obra por hora.
La formulaci�n del Banco Central busca impulsar a�n m�s a la baja las remuneraciones reales, a las cuales las altas tasas de inflaci�n les provocan una p�rdida mes a mes que a�n menos ser�a compensada si se reajusta de acuerdo con la perspectiva oficial de inflaci�n futura y no por la pasada. En otras palabras, tambi�n se quiere acotar el incremento de la demanda interna con cargo a los ingresos de los trabajadores.
De inmediato la formulaci�n del Banco Central encontr� la oposici�n de la Anef. �El se�or De Gregorio �declar� su presidente Ra�l de la Puente- est� aplicando una pol�tica monetaria muy t�pica de los economistas neoliberales que buscan hacer el ajuste por el lado de los trabajadores, la clase media y los funcionarios p�blicos. No estamos dispuestos a apretarnos el cintur�n (�), como dijo el Ministro Edmundo P�rez Yoma, porque vamos a apretar el pu�o y vamos a dar una lucha por un reajuste digno�.
El cuadro proyectado por el Banco Central para el pr�ximo a�o es abiertamente negativo: la inflaci�n permanecer� alta, la demanda se desacelera marcadamente, las remuneraciones reales descender�an, no habr�a recursos fiscales disponibles para atender necesidades postergadas de la poblaci�n o impulsar proyectos econ�micos imprescindibles. Las tasas de desempleo deber�an seguir increment�ndose por la desaceleraci�n econ�mica y los t�rminos de intercambio ser�an a�n m�s negativos que en 2008. A pesar de este cuadro, el Ministro de Hacienda, Andr�s Velasco, luego de efectuar una publicitada reuni�n con el presidente del Banco Central para transmitir una sensaci�n de confianza frente a la crisis en los mercados mundiales, sostuvo que �estamos capeando bien el temporal�.
Sigue sin querer reconocerse la magnitud de la crisis y las m�ltiples formas en que repercute sobre la econom�a chilena, aunque ahora se constata que ning�n pa�s es inmune a ella. Para poner un solo ejemplo, desde el inicio de la crisis en los mercados mundiales hace un a�o al 17 de septiembre, el d�a siguiente a la intervenci�n de AIG, las cuarenta acciones que conforma el IPSA, experimentaron una ca�da en sus cotizaciones de aproximadamente $13,7 billones. Los efectos negativos se sienten por sus controladores, el conjunto de sus accionistas y los fondos a los imponentes colocados en estos t�tulos �As�, se �capea bien� el temporal?
El IPoM es extraordinariamente pobre en su an�lisis de lo que est� aconteciendo en la econom�a mundial, cuyas repercusiones en la chilena son indiscutibles. Ni siquiera considera fen�menos que se encontraban en curso en el mismo instante en que se confeccion� el informe. Por ejemplo, estim� un precio promedio del petr�leo WTI, que es utilizado como referencia en Chile, ligeramente superior en 2009 con respecto al 2008, aument�ndolo de US$115 a US$116 el barril, sin proporcionar ning�n antecedente valedero que sostenga su afirmaci�n, cuando su cotizaci�n experimentaba un curso descendente, coloc�ndose en los US$100 el barril, ca�da que se acentu� luego de agudizarse la crisis financiera norteamericana.
En general, en contra de los hechos, el documento afirm� que los precios del petr�leo y de los alimentos �no observar�n cambios significativos en los pr�ximos dos ejercicios� y apost� a que las econom�as emergentes, a pesar de la desaceleraci�n de las industrializadas, van a permitir mantener un crecimiento mundial elevado, dando por hecho que sufrir�n s�lo un efecto marginal por la contracci�n en los pa�ses m�s desarrollados. De igual modo, consider� un promedio de crecimiento global en el a�o superior a su informe de mayo, cuando se multiplicaban en el tercer trimestre los antecedentes de desaceleraci�n, con recesi�n ya en una serie de pa�ses.
(*) Carta Econ�mica, 21/09/08, versi�n editada por la redacci�n. |