En el mes de Septiembre del a�o pasado, justo cuando se iniciaba el desplome de Wall Street, el Ministro de Hacienda, Andr�s Velasco presentaba ante el Congreso Nacional el Estado de la Hacienda P�blica. Uno de sus principales ac�pites se dedica a cantar loas al mercado de capitales, el cual se presenta como un mecanismo cuasi perfecto para la mejor asignaci�n de los recursos del pa�s, �una necesidad para los hogares menos privilegiados�... �para expandir las micro empresas�, �para financiar la primera vivienda de la clase media..� y para �proteger a las personas y los bienes� (pag. 103).
Cuando hemos presenciado c�mo se derrumbaron los m�s poderosos bancos norteamericanos y otros similares europeos, c�mo cay� la AIG, el mayor consorcio de seguros del mundo, c�mo el gobierno norteamericano tuvo que gastar billones para rescatar a bancos, aseguradoras, compa��as de cr�dito hipotecario de sus descomunales errores, c�mo millones de familias norteamericanas han perdido empleos y sus viviendas y cientos de miles de peque�as empresas han ido a la quiebra, pareciera que el autor de ese texto estaba burl�ndose de sus lectores; pero no, s�lo estaba repitiendo uno de esas t�picas apolog�as del neoliberalismo, muy distantes de la cruel realidad. El autor se defender� con que la cat�strofe financiera y econ�mica no estaba sucediendo en Chile, sino en EE.UU. y otros pa�ses ricos, que aqu� estamos s�lidos. (�blindados�, se lleg� a decir). Ciertamente, por ahora, no hemos llegado a la profundidad de los pa�ses capitalistas m�s desarrollados, pero nada asegura que la crisis a�n se agrave en el mundo y tambi�n en Chile.
Desde luego, ya ha habido algunos episodios cr�ticos en el mercado de capitales: la quiebra de ALFA, una importante corredora de la bolsa, por especular permanentemente al l�mite: ya hubo una primera crisis de liquidez que paraliz� el cr�dito bancario y Velasco tuvo que taparla a costa de destinar 1.000 millones de d�lares en 24 horas para socorrer a los bancos. Tampoco su estado de la econom�a previ� que pocos meses m�s se producir�a cuantiosas p�rdidas en los fondos previsionales de las AFP, principalmente por las colocaciones que �stas hicieron en el exterior, aumentadas por la autorizaci�n gubernamental. Entretanto desde diciembre, llevamos cinco meses seguidos de contracci�n productiva, seg�n el Imacec y el desempleo sigue escalando a cifras records.
El objetivo reiterado por el Ministro Velasco y otros economistas de la concertaci�n y de la derecha, en perfecto acuerdo con los grupos financieros, es que Chile debe seguir expandiendo al m�ximo el mercado de capitales, con las mayores libertades posibles y estimulado convenientemente con subsidios y recortes tributarios para sus gestores. El Informe 2008 reconoce que es la misma l�nea seguida desde los primeros a�os de la dictadura, con medidas como la liberalizaci�n de las tasas de inter�s, la privatizaci�n del sistema previsional, bancos y empresas de servicios p�blicos, la autonom�a del Banco Central y en los a�os noventa, entre otras, la remoci�n del control del movimiento de capitales en moneda extranjera.
Luego vinieron en el 2001, la ley MKI �que tuvo como uno de sus principales componentes la liberaci�n del impuesto a la ganancia de capital sobre acciones con presencia burs�til�(pag 111); la ley MKII (2007) que �estableci� una exenci�n tributaria a las ganancias de capital obtenidas en la venta de acciones de sociedades de capital de riesgo�. (pag 112) Permite adem�s el surgimiento de un submercado de �alto rendimiento�, (obviamente en base a especulaci�n) la inversi�n en instrumentos de baja calidad (inferior a BBB, tambi�n llamados bonos basura) y la creaci�n de nuevos y sofisticados valores ficticios.
Un t�pico submercado de esta clase es el de los Hedge Funds. (Seg�n el diccionario �hedge� tiene varias aplicaciones como �vagabundo�, �hediondo�, �clandestino�, �enredoso�, etc. En la Bolsa es una apuesta en sentido contrario a otra del mismo apostador, para compensar posibles p�rdidas. To hedge es evadirse y tambi�n se refiere a un sujeto de mala ralea) Mientras esta �industria� de los hedge funds est� en tela de juicio en el exterior, como factores de la crisis, en Chile son cada vez m�s demandados, algunos ya obtienen altos rendimientos, gracias a que sus administradores operan �apalancados� o sea en base a fuerte endeudamiento. (El Mercurio, 6 de diciembre 2008) Aunque los apostadores de estos fondos son la gente m�s rica y ociosa del pa�s, su ruina puede desencadenar graves crisis sist�micas arrastrando a muchos miles de inocentes, como lo estamos viendo en EE.UU. y otros pa�ses, adem�s de los altos costos para los contribuyentes y para los servicios sociales traer� el alto rescate que se est� dando a los culpables de la debacle.
Con raz�n, con todas las reformas legales impulsadas por los gobiernos de la Concertaci�n, los negocios burs�tiles se han multiplicado casi 8 veces entre 20001 y 2007 y la Bolsa de Santiago es m�s grande que las de Buenos Aires, Caracas y Bogot�, a pesar de que las econom�a reales de Argentina, Venezuela y Colombia son m�s grandes que la de Chile.
Este gigantismo a que se aspira es todo lo contrario de lo que debe ser. No es efectivo que el desarrollo econ�mico estable de un pa�s (y no un crecimiento an�rquico, concentrado en unos pocos, sin direcci�n colectiva planificada y controlada) se logra con un sistema financiero sobredimensionado y desregulado. M�s bien al contrario, las volatilidades y vulnerabilidades que lo caracterizan se trasmiten a la econom�a real, con catastr�ficos efectos, como se ha demostrado en muchos casos en el pasado reciente. (M�xico, Argentina, Uruguay y Chile) Precisamente, entre las causas de la crisis financiera global est�n la hipertrofia y la desregulaci�n otorgadas a las operaciones de capital, al punto que el G-20 reconoce ya la necesidad de profundas reorganizaciones del sistema financiero).
En Chile, como en EE.UU, los llamados servicios financieros han ido absorbiendo una proporci�n creciente del PIB, dejando muy atr�s, los ingresos de actividades productivas como, por ejemplo, la agricultura y la industria manufacturera.( Cuadro 2, pag 21) Es una inversi�n de valores y prioridades. Dentro de los servicios financieros, las ganancias de los intermediarios (bancos, corredores, AFP, etc) y las remuneraciones a sus ejecutivos son enormes, comparadas con las mismas que se pagan en actividades productivas y sociales. Los ingresos de banqueros y financistas constituyen para las pymes y los consumidores una carga gravosa que se traduce en elevados intereses y comisiones, a la vez que esos mismos bancos pagan a los peque�os ahorristas magros intereses por sus colocaciones. Con raz�n, hoy son muchos y prestigiosos reconocidos economistas norteamericanos y europeos est�n proponiendo la nacionalizaci�n de los bancos y compa��as financieras. Aunque sea en forma transitoria, la nacionalizaci�n es un reconocimiento que los banqueros y financistas privados ya no pueden manejar una actividad basada en recursos ajenos y que es vital para la seguridad y estabilidad de la econom�a de las naciones.
- Jos� Cadem�rtori fue ministro de Econom�a del Presidente Allende. |